sábado, 22 de enero de 2011

Capitan GRAM.Capitulo 1.

     Soy capitán de mi barco, navego por los mares conocidos, habidos y por haber, llevo misiones de salvamento para los que fraguaron de sus pensamientos de ilusiones y de esperanza.
     En una mar de lágrimas navego, las luces de mi candil iluminan las oscuras noches atormentadas de aquellos que perecieron y no pudieron ver sus sueños realizados, toco la campanilla llamando la atención de aquellos que todavía creen en su salvación.
    Se oyen los lamentos de los caídos y los que olvidaron sus temores, pues sus almas no son de ellos si no de los que creyeron, dichosos aquellos que nunca perdieron la fe, en aquello que soñaban y alimentaban sus entrañas.
    En esta mar atormentada no existe el día y la noche, no hay sol, no hay luna, no existe el cielo, ni hay tierra, solo sopla el viento, envolviendo el barco en rumbos sin timón, navego a sotavento, a barlovento, a todos los vientos, pues las almas de los desafortunados no tienen clemencia, ni paz, ni tesón.